A mediados dl siglo XIX el inglés James Hinks, originario de la ciudad de Birmingham, presentó un animal poco común para la época, denominado Bull Terrier, se trataba de un ejemplar que heredó características de las razas old english bulldog y old english terrier, las cuales casi habían desaparecido, también en su sangre contaba con vestigios genéticos de los dálamatas.
Hinks concibió los cruces con el fin de criar un perro de pelea, a las que eran muy aficionados los ingleses, pero los buenos resultados en los certámenes de belleza canina lo convencieron de explotara los rasgos estéticos de su can, por lo que decidió crear una estirpe moderna de esta raza, menos toscas que sus ancestros.
El ejemplar del que Hinks se sentía orgulloso fue una hembra de color blanco llamada ‘Puss’ la cual causó admiración por su elegancia en el concurso en 1863.
Fuente: Muy Interesante