En esta serie de Gente Excéntrica hemos conocidos a algunos personajes excéntricos, raros, extraños y curiosos.
Anteriormente hablamos de Milón de Crotona. Campeón olímpico del siglo VI a. C., y según un leyenda, por creerse demasiado fuerte, intentó cortar un árbol con sus manos. Su mano quedó atascada y fue devorado por bestias salvajes.
Hoy hablaremos de la excéntrica historia de John Mytton.
John Mytton nació en 1796. Heredó una gran suma de dinero y una finca gigante a una edad muy temprana, lo que le permitía complacer cualquier capricho excéntrico.
Su vida se caracterizó por el aburrimiento, el abuso del alcohol y sus bromas pesadas.
Fue un pésimo estudiante, de hecho fue expulsado de la escuela de Westminster por una conducta indisciplinada. La situación no mejoró aun cuando tuvo profesores privados. Por ejemplo, en cierta ocasión puso un caballo dentro de la habitación de su tutor privado.
Aunque no estaba interesado en la educación académica, Jack ingresó a Cambridge, que luego salió sin conseguir un título.
Pagó para entrar al Parlamento que abandonó a los 30 minutos. Heredó una fortuna familiar con un ingreso anual de unos $USD 880.000. El señor Mytton decidió que quería formar parte del parlamento, así que ofreció a los votantes 10 £ (unos 10 dólares) por un voto para él.
Así que pagó la modesta cantidad de 750.000 £ (poco más de 880.000 dólares) para entrar al Parlamento, pero 30 minutos fueron suficientes para decidir que era demasiado aburrido para él.
El amor a los juegos de azar y sus extrañas apuestas. En 1826, ganó una apuesta por montar un caballo en el Hotel Bedford en Leamington Spa, cabalgar hasta la escalera y luego al balcón, desde donde saltó por encima de los comesales, a través de una ventana. ¡Vaya jueguitos excéntricos!
El día que saltó con un caballo tirando de un carro por encima de una cerca. En busca de adrenalina llevó a cabo algunas ideas bastante locas y absurdas.
Por ejemplo, en cierta ocasión se preguntó si era posible que un caballo tirando de un carro fuera capaz de saltar sobre una cerca. Sin miedo a lesionarse lo hizo. ¿El resultado? Una lesión, un carro destrozado, y un rotundo no a su rocambolesca pregunta.
Lo peor era que exponía la integridad de otros, por ejemplo daba una moneda a cualquier niño que estuviera dispuesto a rodarse desde una colina local.
Un excéntrico cazador y amante de la ropa. Le encantaba la cacería de zorros. En invierno tras calentarse el cuerpo mientras perseguía los zorros, se quitaba la ropa y corría por la nieve. Esto no lo hacía por que no tuviera ropa, de hecho tenía demasiado. Se dice que llegó a tener 150 pares de pantalones, 700 pares de botas hechas a mano, 1.000 sombreros y 3.000 camisas.
El día que montó un oso en su salón y le propinó una mordida. No se sabe si Mytton estaba borracho esa noche, pues bebía muy a menudo, pero aquella noche escandalizó a sus invitados luego de que se pusiera a montar un oso en su salón.
El oso estaba tranquilo hasta que Mytton decidió utilizar las espuelas y el oso mordió la pierna de Mytton antes de pasar a atacar a unos de sus sirvientes.
Después de sus 15 años de extravagancia “Mad Jack”, devoró toda su fortuna. Terminó huyendo a Francia para huir de sus acreedores.
Un loco truco para quitarse el hipo. En cierta ocasión mientras estaba en Francia, sufrió un ataque de hipo. Y decidió curarlo con un “susto”. Prendió fuego a su ropa de dormir y se envolvió en llamas.
Afortunadamente un sirviente logró apagar las llamas.
Mytton, entonces exclamó orgulloso: “¡El hipo se ha ido, por Dios!”. Se quitó la ropa quemada y se fue a la cama.
Su excéntrica vida le ha ganado un título como uno de los locos de la historia. ¿Qué opinas?
Vía: stephenliddell.co.uk