Amante de las películas del viejo oeste, el profesor a menudo charlaba con sus estudiantes sobre las tramas complicadas de los personajes del temido viejo oeste, hasta tal grado de hacer representaciones y lo más notable puso a prueba una teoría que él mismo había pensado… terminó “matando” a sus alumnos. ¿Quién era este “bizarro” profesor? Su nombre era Niels Bohr.
Uno de sus colegas, George Gamow, en su libro “Treinta Años Que Conmovieron La Física” recuerda: “Por la tarde, el trabajo en la biblioteca del Instituto quedaba a menudo interrumpido por Bohr, que diría que estaba muy cansado y quería ir a ver películas. Las únicas películas que le gustaban eran las del salvaje oeste, y siempre necesitaba que un par de sus estudiantes fueran con él para charlar sobre las complicadas tramas que involucraban a indios hostiles, cowboys valientes, forajidos, sheriffs, camareras, buscadores de oro y otros personajes del viejo oeste”.
Era tanta su obsesión por tales películas que en una ocasión desarrolló una teoría para explicar por que a pesar de que el villano siempre desenfunda primero, el héroe es más rápido y termina matándole. Su teoría se basaba en la psicología. ¿Cuál era su teoría?
Puesto que el héroe nunca dispara primero, el villano tiene que decidir cuándo desenfundar, lo que hace que su acción se dificulte. Así justo cuando el villano mueve su mano, el héroe actúa con un reflejo condicionado, por lo que casi automáticamente saca el arma y mata al villano.
George Gamow, explica que el no estuvo de acuerdo con la teoría, de modo que al día siguiente Bohr fue a comprar dos pistolas con sus cartuchera, claro eran de juguete. En los duelos que hicieron Bohr y sus alumnos, Bohr la hacía de héroe y efectivamente su teoría resultó cierta, pues en todos los casos, los villanos –sus alumnos- cayeron “muertos”.
Vía: Maikelnai’s blog