Una noche de junio de 1935, el entonces jefe de patrullas motociclistas de carretera de El Paso, Texas, Allan Falby, se encontraba en persecución de un camión que viajaba a exceso de velocidad. Cuando el conductor se percató de que el patrullero lo seguía, redujo la marcha y dio vuelta en una curva pronunciada. Falby no pudo realizar una maniobra adecuada con su moto, y se estrelló a toda velocidad con el camión.
Por un momento perdió la noción del tiempo y segundos después se dio cuenta que su pierna derecha sangraba debido a que tenia una arteria seccionada. De manera milagrosa apareció Alfred Smith, un automovilista que pasaba por el lugar del percance, y le brindó los primeros auxilios. Con habilidad innata Smith aplicó un torniquete sobre la extremidad dañada del policía, lo que detuvo la hemorragia hasta que llegó la ambulancia y fue trasladado al hospital, de donde salió una semana más tarde completamente recuperado.
Años más tarde, en abril de 1940, Falby recibió una llama de la central de patrullas en que se le solicitaba atender un percance automovilístico ocurrido en una carretera principal de Texas; contestó la llamada y dijo que se dirigía a la zona del accidente por que se encontraba a pocos kilómetros.
Al llegar al lugar vio un automóvil que se había impactado de frente contra un árbol y el inconsciente conductor sangraba de la pierna izquierda. Falby le aplicó en seguida un torniquete centímetros arriba de la herida para detener el abundante sangrado, lo que permitió salvarle la vida al accidentado.
Luego, cuando revisaba al hombre que estaba inconsciente y vio su identificación en la cartera, se dio cuenta de que se trataba de Alfred Smith, la misma persona que en condiciones parecidas le había salvado la vida cinco años atrás.
Fuente: Muy Interesante (Tomado de The Times, 26 de junio de 1941)