En la frontera entre Kenia y Tanzania, en el exótico continente africano, se ubica este misterioso lago que por la composición de sus aguas puede petrificar a los animales que quedan allí.
El agua tiene natrón, un compuesto de sales y minerales (principalmente de bicarbonato de sodio y carbonato de sodio), que viene de las cenizas volcánicas. Esto pone su alcalinidad al máximo.
Puede llegar a tener un pH de 9 a 10,5, bastante alto si tomamos en cuenta que el mar tiene pH entre 7 y 9. La temperatura del agua del lago de poca profundidad puede alcanzar los 60° C.
Es lo suficientemente salado para envenenar a la mayoría de los animales. De hecho, según informa Unusual Place, es el lago más mortífero del país.
Este lago solo es habitado por los flamencos enanos y una especie de pez que ha sido capaz de adaptarse a sus aguas.
Otra característica especial del lago es que la corteza creada por la sal alcalina a veces da al lago un color rojo o rosado, incluso de color naranja en las partes más bajas, por los microorganismos que viven allí.
Y aunque el lago no es el culpable de la muerte de los animales aquí fotografiados, su contenido extremo de bicarbonato de sodio se ha encargado de preservarlos a la perfección, haciendo que se vean como estatuas.
¿Qué tal?